La penumbra de la palabra cotidiana
Imprime tu libro, publicar libro, imprenta de libros, librerías Gandhi, cómo imprimir mi libro, impresión de libros, servicio de impresión de libros en México, cómo publicar mi libro, cuánto cuesta imprimir un libro, cuánto cuesta imprimir mi libro, cuánto costará imprimir mi libro, quiero imprimir mi libro, quiero publicar mi libro, imprimir libros México, Groppe libros, impresión de libros económicos, publica mi libro Gandhi, cuánto cuesta imprimir un libro en una imprenta, pasos para publicar un libro, FIL Guadalajara, Cómo editar mi propio libro, imprenta Guadalajara, impresión a pedido, precios de impresión de libros, presupuesto online de impresión de libro, impresión de libros para autores independientes, quiero imprimir mi libro, impresión de libros precio, impresión de libros df, impresión de libros monterrey, impresión de libros Tepic, impresión de libros Colima, donde puedo imprimir un libro, impresión de libros baratos, quiero publicar mi libro en una editorial, ediciones Arlequín, arlequin.mx, editorial paraíso perdido, editorial independiente, cómo publicar mi libro en Amazon, David Izazaga, Yolanda Ramírez Michel, publicar libros electrónicos en Amazon, servicios editoriales, Ediciones de la Noche, Morfotec, Encuadernaciones López, Polytipo, Imprenta digital, Prometeo editores, editorial libros invisibles, Punto&Coma, punto y coma servicios editoriales, quiero publicar mi libro, imprimetulibro.com, editorial salto mortal, editorial Paraíso Perdido, Editorial Almadía, editorial Sexto Piso, Editorial Porrúa, cómo publicar con Porrúa, cómo publicar con Planeta, Cómo publicar con Random House Mondadori, cómo publicar con Amazon, cómo publicar con Alfaguara, cómo publicar con Caligrama, cómo publicar con Grijalbo, cómo publicar con Plaza y Janés, cómo publicar con Aguilar, cómo publicar con Lumen, cómo publicar con Harper Collins, libros de narrativa, libros de poesía mexicana, libros de crónica, libros de ensayo. editoriales en México para publicar mi libro cómo publicar un libro en una editorial cómo publicar un libro en México pasos para publicar un libro cómo imprimir mi libro cómo imprimir mi propio libro impresión de libros impresión de libros en Guadalajara impresión de libros en Colima impresión de libros en Tepic impresión de libros en Morelia
23075
page-template-default,page,page-id-23075,wp-custom-logo,theme-bridge,bridge-core-2.9.0,woocommerce-no-js,translatepress-es_ES,ehf-footer,ehf-template-bridge,ehf-stylesheet-bridge,qodef-qi--no-touch,qi-addons-for-elementor-1.6.3,qodef-back-to-top--enabled,,qode-essential-addons-1.5.1,woolentor_current_theme_bridge,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,columns-4,qode-theme-ver-27.4,qode-theme-bridge,qode_header_in_grid,woolentor-empty-cart,wpb-js-composer js-comp-ver-6.7.0,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-21147
 
Dos poemas inéditos de

La penumbra de la palabra cotidiana

RodolfoDagnino2

Rodolfo Dagnino

Autor de Polvario (2013, 2023), La penumbra de la palabra cotidiana (2023) y Las insoportables transparencias (2012)

***

Ilustración: Jorge Díaz Barajas

Publicamos dos poemas inéditos del autor que, por circunstancias editoriales, no aparecen en la edición impresa de La penumbra de la palabra cotidiana (2023).

Puedes conseguir la versión impresa y el ebook en tu servicio regional de Amazon.

Caer

Beber a sorbos el café de la mañana

con la muda certeza de que, en algún momento oscuro,

después de la palabra dicha al final del aliento,

no habrá sino caer.

Ser la fruta que al fin se desprende

de la seguridad de la rama que la alimenta y caer,

caer sin restricciones hasta las raíces mismas del árbol

que sobre las edades se levanta.

Caer como se desploman los pájaros

que en pleno vuelo adquieren consciencia de sus alas

y de su terror por los abismos,

caer como se desmorona el acantilado que ha perdido la fe

en los oleajes y en los naufragios,

caer como la niña que descubre que sus días han dejado

de ser flores y duraznos,

como el tren que al repetirse se sabe distinto y el mismo

mientras se desliza sobre las orgullosas paralelas

hacia un horizonte de abandono.

Beber a sorbos los minutos detenidos

y que un negro presagio

como el vientre del tiempo,

se me enrede en la lengua con la tenacidad

de un pulpo amargo,

se me meta en los ojos como el polvo de los ancestros

que no se presienten,

como el tizne de lo que se pierde sin remedio,

como el ardor de aquellas lágrimas que enviamos,

vía correo certificado, a la patria del olvido.

Caer como los muros de la infancia en los que grabé

mi rostro con la tiza azul del miedo,

como el beso blanco que me dio la niña con pecas rojas

debajo de una licenciosa sábana de guardería,

como el instante de ahogo que,

en la lejana alberca de un Golfo petrólico,

me hizo descubrir de golpe que mi nombre no era eterno,

que mi respiración no era mía,

que mi cuerpo era un préstamo de la tierra

y que el que hablaba dentro de mi cuerpo no era otro sino el cuerpo en sí mismo ahogado.

Caer como un cigarro que se extingue,

como un pez que se incendia,

como una estrella que descubre que es ya la resonancia

de la luz y la derrota.

Caer como la canción última que afronta en la cantina

el músico sin orquesta,

sin audiencia,

como el wiski que nadie te convida,

como el hombre que en la mesa del fondo llora

y ordena alfabéticamente su triste inventario de tristezas.

Caer.

Caer sin homenajes ni palabras, sin memoria ni amigos,

sin el penoso consuelo de las religiones,

sin las montañas ni los valles, sin los ríos,

ni los sauces, ni la caña que incendia la tarde.

Caer sin mis hijas, sin mi mujer, sin mi esperanza,

sin la dulce perrita que me anuncia y me ladra,

noche a noche, la caída.

Sin mi madre que desde hace años es ya el silencio,

y sin mi padre que acumula crepúsculos caídos

en el corazón.

Al fin de cuentas, caer parece ser un asunto de familia.

Caer, simple y sencillamente, caer,

como la tarde que dentro de poco cederá

su anaranjado resplandor

ante la longitud oscura y fría de la noche.

Responso por la última cerveza de la noche

No tu vaso hueco de promesas

ni su cristal manchado por los dedos

del adiós.

No tu última espuma de ayeres

descarrilados, ni tu dorada gloria

desecha en eructos e improperios.

No las canciones que se adormecen

en la frontera efervescente de tu corazón

vegetal, ni las batallas perdidas

en razones de potro intempestivo,

de rinoceronte gris del desaliento,

de dromedario añil del ensueño.

No tu frío horizonte que reúne

hermandades de la noche

que avergüenzan al amanecer,

ni tu locura de novedades que se cumplen

en la exacta repetición de las horas.

No las aspiraciones que se quiebran

como la botella que se multiplica

en esquirlas de dolor contra la cara

del necio, ni el retorno que impones

a los domésticos y cotidianos infiernos.

No la soledad que origina tu ausencia,

ni la humillación de saber que mañana,

a primera hora, serás el tesoro que

se busca en los confines del día,

del día que muere antes de nacer,

anulado desde el primer resplandor.

Pues serás tú el único delirio que querré

descifrar con la obcecación propia

de los condenados, con la fascinación

de los que ante tu altar se hincan

y ofrendan ciegos ante tu efigie

todas las guirnaldas azules del miedo.

Más de esta sección

davidizazaga72

David Izazaga

victorvillalobos72

Víctor Villalobos

rossanacamarena72

Rossana Camarena

0
    0
    Tu cesta
    ×

    ¿Dudas? Chatea conmigo

    ×
    Copy link
    Powered by Social Snap