
23 Sep David Izazaga retoma los cuentos con Poquita Fe
Por: Patricia Mignani
Poquita fe está compuesto por dos partes, una con cuentos sueltos y en otra, el hilo conductor gira en torno a la religión y la fe, señala David Izazaga ■ Foto Humberto Muñiz | La Jornada
La mayoría de sus historias se basan en noticias que en algún momento leyó.
23 de septiembre del 2014.- Con historias que llevan el hilo conductor de la religión y un David Izazaga que retoma los cuentos después de su protagonismo constante en la crónica, se publica Poquita fe, de la editorial Libros Invisibles, que acaba de salir a la venta y se presenta este jueves 25 de septiembre, a las 20 horas, en la librería del Fondo de Cultura Económica (Chapultepec y Libertad).
Izazaga que en este 2014 cumple diez años de dictar el taller de crónica del FCE, se reencontró con cuentos, historias guardadas y algunas nuevas que le hicieron recordar el comienzo de todo, como dice él, su debut en la escritura. De hecho el primer libro que Izazaga publicó fue de cuentos, en 1992, y se llamó Nunca nada es exactamente así.
“Cuando yo empecé a escribir inicié con el cuento, en 1988, en un suplemento cultural del periódico El Jalisciense, que ya no existe, y ahí publiqué mis primeros cuentos”. Varios de ellos se reunieron en un libro que Izazaga envió a concurso y que, finalmente cayó en manos de Jorge Díaz, director de Libros Invisibles.
Comenta que, a partir de un accidente de redacción en el que no hubo reporteros para enviar a un evento le tocó a él ir y, como ya no había nada cuando arribó al lugar, decidió hacer una crónica. El director del periódico le dijo “¿qué es esto?, esto es un cuento” y ese escrito nunca se publicó.
Me seguí metiendo al periodismo que es absorbente. En esa época fue cuando me gané una beca de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y cuando conocí a Alberto Salcedo Ramos y me metí en su taller, fue cuando me tomé en serio el tema de la crónica, en serio como para decir ‘es mi género’. Yo estudié derecho, no me considero periodista y aunque lo hice muchos años, en realidad yo soy escritor”.
Cuenta que la crónica es un cuento que es verdad y que la diferencia entre uno y otro es que hay cosas que no se pueden escribir del lado de la crónica y al revés, “eso es un compromiso ético”.
El libro está compuesto por dos partes. La primera son cuentos sueltos, y la segunda tiene un hilo conductor que es el tema de la religión y la fe. “De una u otra forma a mí, aunque no lo busco, me hacen ojitos todos los temas que tienen que ver con las cuestiones religiosas, por ejemplo, las personas que ven reflejado el rostro de Cristo donde sea”.
Con la ventaja de ser un escritor que se ha codeado con el periodismo, la inspiración de muchas de las historias nacen de noticias que el autor leyó en algún momento. Dice que el 80% de los cuentos tienen ese origen.
El tema de la fe me gusta porque, por el otro lado de la moneda, apelaría a que mis personajes en algunos de mis cuentos de ficción buscaran ese resquicio que puede quedar en ese poquito de fe”, agrega.
Jorge Díaz se refiere al mercado de escritores locales y dice que “en Guadalajara levantas una piedra y hay cuatro o cinco poetas, lo lamentable es que no haya narradores, y buenos, menos. David, al ser un cronista, sin quererlo, en un libro de cuentos esta retratando la realidad del mexicano y del tapatío, por eso le tengo muchita fe”.
Cronistas en Guadalajara
Por el cumpleaños número 10 del taller, Izazaga está afinando los últimos detalles de una antología de crónicas escritas por plumas de Guadalajara que contarán relatos inéditos sobre una realidad urbana. Se espera que esté listo para marzo de 2015. “El libro surge porque no hay un registro más o menos reciente de lo que ocurre en la ciudad. Es un retrato lo más amplio que pudimos de los últimos años”.
Respecto al panorama de la crónica local dice que hace diez años no había, no existía quién la hiciera ni había libros:
Sí había un libro de repente y por ahí pasaban años para que hubiera otro y el asunto en internet era escaso. La FNPI empezaba a dar los talleres. De diez años para acá pasamos del desierto a que ya se vean unas cositas ahí verdes. Me da mucho gusto voltear y ver lo que es hoy. Veo a muchos que pasaron por mi taller, escribiendo crónica en los medios y colaborando en revistas. Las mismas librerías te lo dicen, que se está vendiendo mucho el tema de la crónica y sí se desató una serie de de antologías”.
Dice que cuando inició con los talleres le costaba mucho encontrar ejemplos de crónicas en los periódicos locales por lo que los textos que exponía a los talleristas eran de periódicos del DF y que lo que se logró fue que se pusiera el ojo en la crónica.
Si hace 10 años no había crónica hace 20, cuando llegué a esa redacción con mi texto, ni siquiera podía existir la posibilidad de hacerla. Me parece que no se le tomaba en serio a un género que, y en otro terrenos lo he dicho, cuando el periodismo va por la leche, la crónica regresa con los quesos”.
Poquita fe ya se puede encontrar en la página oficial de Libros Invisibles, en Amazon, Barnes & Noble, la librería del FCE, librería del Malasangre y en el Paseo Chapultepec, los fines de semana.
Fuente original: http://www.lajornadajalisco.com.mx/2014/09/23/david-izazaga-retoma-los-cuentos-con-poquita-fe-cumple-10-anos-su-taller-en-el-fce/